¿Cómo mantener tu casa cálida durante el invierno sin gastar tanta electricidad o gas?

Aunque Morelos no es un Estado en donde suframos de frío extremo, durante invierno llegamos a tener frentes fríos y temperaturas bajas a las que no estamos acostumbrados, sobre todo en el norte del Estado y las colonias que se localizan en zonas altas, por esta razón, en muchas casas recurren al uso de calentadores eléctricos o chimeneas de gas. Sin embargo, es una realidad que durante estas épocas, tenemos que costear muchos gastos de por medio: regalos de santa, del intercambio familiar, la cena, viajes, ropa nueva, etc. 

Una de las cosas que más deseamos, es que el recibo del gas o de la luz no lleguen tan caros, sumándole a ello toda la iluminación navideña con la que decoramos nuestros hogares y que consume mucha energía eléctrica, o el uso desmedido del horno para los postres caseros y las galletas navideñas, que consume mucho gas. 

Si quieres mantener tu casa cálida durante el invierno sin que esto implique mucho más gasto en ambos recibos, ¡sigue estas recomendaciones! 

El sol, es una fuente de calor completamente gratuita y natural, además, nos aporta mucha energía. Durante las tardes, abre puertas y ventanas para dejar entrar los rayos y lograr que nuestro hogar se mantenga cálido.

Una de las principales claves para mantener el calor dentro de los hogares, es que tenga un buen aislamiento. Para ello, hay que revisar que no haya agujeros por los que pueda entrar el frío, sobre todo en las zonas cercanas a las ventanas y puertas. Estos lugares suponen un gran costo energético que, en ocasiones, se pueden solucionar con una simple cinta adhesiva, espuma de poliuretano o silicona.

Otra de las claves es instalar válvulas termostáticas para regular la temperatura de las casas, llegando a ahorrar hasta un 40% más que las casas que no cuentan con este tipo de regulación.

La posición de los muebles juega un papel importante para optimizar el gasto energético. Es conveniente alejar los muebles de las fuentes de calor, ya que absorben parte de este, sobre todo los de tela. 

En general, el objetivo debe ser mantener la temperatura de las casas en torno a los 21 grados, que es la recomendación que las autoridades consideran como óptima para no pasar frío, pero ahorrar al máximo.